El ángel Lah Hel debe ser invocado por aquellas personas que buscan la sabiduría y el conocimiento de lo desconocido y oculto. Este ángel se representa gráficamente con un corazón en su mano, lo cual es símbolo de amor, fluidez y y la paz interior que caracteriza a los nacidos bajo su influencia. Son seres pacientes, grandes pensadores y algo introvertidos, esto se logra deducir por el ermitaño que aparece en la ilustración, y manifiesta aquella soledad de la que en muchas ocasiones elegimos para meditar y reflexionar respecto a nuestra vida. A pesar de mostrarse frecuentemente distantes, esto no quiere decir que sean huraños o retraídos, es solo que necesitan alejarse de las distorsiones de la cotidianidad para entender mejor el significado de lo que les rodea.
Los nacidos bajo la influencia de este ángel se pueden entender como personas asociales, pero en realidad son amantes de la tranquilidad, de la meditación y del aprovechar cada momento que la vida les ofrece de la mejor manera. Es difícil ganarse el corazón de estas personas, pues se muestran algo fríos y taciturnos, pero una vez se consigue ganar su confianza se mostrarán amables, cariñosos y comprensibles. No se preocupan por los cambios, pues tienen claro que para evolucionar es necesario pasar por etapas de transición que requieren sacrificios y transformaciones.
“Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia.”
Salmo 119, versículo 159.
Nombre en hebreo: יֹהֵהֵאֵל
Los nacidos entre el 26 y el 30 de enero lo han hecho bajo la influencia de Iahhel.
La invocación adecuada de este ángel se deberá realizar entre las 20:20 y las 20:40 horas.
Si bien podemos invocar a nuestro propio ángel guardián cualquier día a cualquier hora, aquellos pedidos verdaderamente importantes debemos limitarlos a sus horas de invocación, por otra parte, si queremos recibir los dones o posibilidades de intervención de cualquier otro ángel, solamente deberemos hacerlo en sus días de regencia y respetando sus horas de invocación.