Extraño sueño recurrente en mi infancia

• 

  Lagordamarta

  Mensajes: 1

  • Lunes 23 de Junio, 2014 07:57
  • #1

  Extraño sueño recurrente en mi infancia

  Hola, me gustaría compartirles mi sueño.
  Cuando era chica soñaba muy seguido, no recuerdo cada cuanto tiempo, un mismo sueño, que es el siguiente:
  Yo estaba en la casa de la abuela de mi mejor amiga, en la mesa de la cocina había una o varias pilas de platos blancos que cada vez se volvía mas y mas alta, había demasiados y se hacia infinita.
  Esto independientemente del sueño hacia que me despertara muy exaltada y agitada y tenían que llevarme a tomar agua hasta calmarme por completo.
  -También tenia otro sueño con la misma temática, pero esta vez eran puntos blancos, en un fondo azul claro. Esos puntos pasaban de un lado a otro y cada vez eran mas y mas, y se amontonaban y me producían mucha exaltación, como si no pudiese controlarlo.
  Y eso es todo, si alguien puede comentar alguna lectura del por que de estos sueños seria genial! Saludos. :)
• 

  denlapuerta

  ★★★

  Mensajes: 124

  • Martes 1 de Julio, 2014 20:14
  • #2

  Después de leer tu sueño me acordé que cuando era niña solía tener un sueño muy similar a ese. Yo estaba en un baño gigante mirando un lavabo de color blanco y de pronto junto a las llaves se paraba un gnomo, de esos con los que adornan algunos jardines con su sombrerito rojo y todo. Él abría las llaves del lavabo, pero en lugar de salir agua empezaban a brotar agujas, de las que se usan para remendar. Las agujas salían con la velocidad del agua y cada vez salían más y más rápido, pero aun así el lavabo nunca se llenaba. Lo siguiente que pasaba era, que a pesar de que había sido el gnomo quien abriera las llaves en primer lugar, se enojaba conmigo cada vez más y más, en directa relación con la velocidad con la que las agujas salían. Y recuerdo que me miraba de una forma amenazante y su cara se trasformaba de una forma horrorosa que me hacía temblar de miedo y yo quería decirle que no era mi culpa para que no fuera a hacerme daño, pero las palabras no salían de mi boca y él seguía amenazándome con sus ojos y entonces despertaba.