Envíar a un amigoResulta que se muere Don Gumersindo repentinamente y va derechito al infierno; El diablo le da la bienvenida y lo lleva para enseñarle los lugares en donde podrá sufrir su castigo durante mil años.
-Tenemos tres salas -le dice el diablo al hombre- tu decidirás en cuál de ellas te quieres quedar
-Y... ¿para toda la eternidad? -Pregunta don Gumersindo, todavía con cierta duda y el diablo le responde mirándolo de reojo y desde su enorme estatura:
-A-ja...
Llegan a la primera sala y por la ventana, se ve a un pobre individuo pegando gritos porque los diablillos le arrancan la piel poco a poco y en tiritas y El Diablo le pregunta a Don Gume:
-¿Qué tal aquí...?
-¡Nonononono!
-Bueno vamos a la otra...
En la siguiente, se asoman por la ventana y ven a otro pegando de alaridos dentro de un caldero hirviendo y El Diablo pregunta:
-¿Y aquí...?
-¡Nononononono...!
-¡Okey...! -Dice El Diablo
En la última, se asoman por la ventanita y miran a una chica rubia, muy joven, con un cuerpo espectacular, vestida provocativa mente, haciéndole sexo oral a un tipo que está encadenado de manos y pies sobre la pared. Don Gume, sin pensarlo dos veces dice alegremente:
-¡¡¡Aquí, aquí, aquí...!!!
-¿Seguro...? -Le pregunta El Diablo
-¡Si, si, aquí me gusta...!
-Te recuerdo que tendrás tu castigo durante mil años y no nos hacemos responsables de las consecuencias...
-¡No importa, aquí está bien...!
-Bueno, allá tú...
Entonces El diablo abre la puerta, va hacia donde está la chica hermosa y le dice:
-Bueno mi chava, te puedes ir, ya llegó tu reemplazo...