Diego Hernández de Mendoza dice que su verdadero origen está en Portugal, de donde pasaron a España. Lo cierto es que desde muy antiguo florecieron en Galicia, de donde se extendieron a Portugal, pasando desde allí nuevamente a España.
Otras ramas de este apellido hubo en las provincias de León, Palencia, Toledo y Cáceres, así como en Andalucía.
También probaron su nobleza ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, en los años que se indican: Francisco Barroso, vecino de Galistro, en 1504; Juan Barroso, vecino de Casa de Don Millán, en 1528; Juan de Barroso, vecino de Llombera (León), en 1553; Juan de Barroso, vecino de Portillo, en 1556, y Juan de Barroso, vecino de Yeles (Toledo), en 1560.
Probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Granada: Cristóbal Barroso y Garcés, vecino de Pruna (Sevilla), en 1698, e Isabel Ana Barroso Torrubia, vecina de Huétor Vega (Granada), en 1776.
Probaron su limpieza de sangre para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo: Juan Bautista Barroso, natural y vecino del Casar de Talavera (Toledo), presbítero, para Notario, en 1625, y Ana Barroso Pérez, natural de Vallecas (Madrid) y su marido Josef de Arespezueta, natural de Bilbao y vecino de Madrid, para Familiar, en 1701.
Escudo de Armas del Apellido Barroso
Originario de Galicia, radicado en Ávila y Cáceres, traen: En campo de gules, cinco leones, de plata, rampantes y puestos en sotuer.
Estas armas constan en la Iglesia parroquial de San Martín de Arteaga, de la anteiglesia de Zamudio, de la Merindad de Uribe (Vizcaya), correspondientes a los Marqueses de Malpica.
Otros, traen: En campo de azur, un áncora, de plata, acompañada de tres panelas, una en jefe y dos en punta.
El conquistador de Indias Pedro Barroso y sus sucesores, tenían, por concesión especial de Don Carlos V, año 1540, estas otras armas: En campo de oro, un águila de sable, y brochante sobre el todo una faja de gules. Bordura de azur, con ocho cruces de oro.
En la citada Iglesia parroquial de la anteiglesia de Zamudio, constan las armas de Pedro Barroso de Ribera y Figueroa, primer Marqués de Malpica, Mariscal de Castilla, Señor de Parla y Valdipusa y Caballero de Santiago, que son: Nueve escaques, cinco de gules con un león rampante de plata cada uno, colocados en los cantones y en el centro, y los otros cuatro escaques de oro con cuatro roeles de azur cada uno.
En la ejecutoria dada en la Real Chancillería de Valladolid a Francisco Barroso, vecino de Piña, año 1549, constan estas armas en pergamino: "En campo de gules, cinco leones de plata, puestos en sotuer, y tres fajas: la primera cruza los dos leones de arriba y está compuesta de jaqueles de oro y gules, su mitad superior de azur, que podrían ser aguas, su mitad inferior y separando ambas mitades otra faja de sable; la segunda cruza el león del centro y está compuesta de jaqueles de oro y gules y cortada por otra faja de sable, y la tercera cruza los dos leones de la punta y es igual al anterior".
Pedro Gómez Barroso, Cardenal Arzobispo de Toledo, usaba: En campo de gules, cinco torres de oro, barradas de azur.
Los apellidados Barroso de Ribera, según Juan José Vilar y Psayla, usan: Escudo partido: 1º, en campo de gules, cinco leones de plata, puestos en sotuer, es Barroso, y 2º en campo de oro, tres fajas de sinople, es Ribera.
Los apellidados Barroso de Sosa, radicados en Badajoz, según Vicente de Cadenas, traen: En campo de oro, cinco palos de azur.